Conocemos historias de animales salvajes que mantienen una estrecha relación con humanos, leones que se comportan como cachorros con sus cuidadores o primates que aceptan a naturalistas entre su grupo como fue el caso de Dian Fossey, pero nunca se había documentado una relación de más de 15 años entre un animal que vive libre en la inmensidad del océano y un ser humano.
Esta historia de amistad comenzó en las islas de Turks & Caicos, en uno de los diarios baños de Dean Bernal, instructor de buceo y naturalista norteamericano. Una mañana JoJo, un solitario delfín macho, se acercó a Dean y desde entonces se han hecho inseparables.
Ese primer encuentro, iniciado por el delfín, se convirtió con el paso de las semanas en una auténtica amistad entre ambos, que pasaban horas jugando con burbujas que soltaba Dean, con giros, saltos… Incluso de vez en cuando se unía algún tiburón ballena, mantas o tortugas con el espectacular fondo de coral como escenario. Esta intensa relación es muy rara entre los delfines en libertad ya que son animales muy sociables que siempre se encuentran en grupos familiares y trabajan en equipo, llegando a encontrarse grupos de mil ejemplares en zonas donde abunda el alimento.
Dean se ha comportado siempre como un fiel amigo con Jojo, llegando a curarle en 37 ocasiones de heridas ocasionadas por la afición del delfín a interactuar con humanos, lo que le ha llevado a tener accidentes con embarcaciones o ser golpeado por esquíes náuticos.
Esa curiosidad del solitario JoJo hacia otros buceadores y turistas ha traído también muchos problemas al delfín ya que la irresistible tentación de tocar al animal era identificado por él como un peligro, mostrándose agresivo hasta el punto de morder las manos a algunos buceadores… que no fuesen Dean, claro. Ante esa amenaza las autoridades locales llegaron a plantearse capturar a Jojo y mantenerlo en cautividad ya que se consideraba un peligro para el turismo, una importantísima fuente de ingresos en las islas. Dean inició entonces una campaña para defender a su amigo, apareciendo en medios de comunicación para contar su insólita historia de amistad. Sus esfuerzos tuvieron gran eco entre la comunidad de las islas y finalmente consiguió proteger al delfín al ser declarado Tesoro Nacional.
Hoy Dean dedica su vida a defender no solo a JoJo sino a toda la vida marina de Turks & Caicos a través de la Marine Wild Life Foundation y The Dean & JoJo Company.
No se sabe por qué Jojo prefiere relacionarse con humanos, perseguir lanchas o acercarse a las playas a curiosear a los bañistas. Tampoco qué vio en Dean para considerarle su inseparable amigo. Jojo tampoco sabe que su amistad con Dean ha conseguido concienciar a muchos seres humanos de la necesidad de luchar por defender y proteger a otros de su especie … o quizá sí.
