
El Kimon M fue construido en Alemania en 1952 por la compañía Stuicken & Sons con el nombre de Brunsbuttel. Con 105 metros de eslora y 3.700 toneladas de peso, este carguero se vendió en 1964 cambiándose el nombre a Ciudad de Cúcuta hasta una nueva venta en 1971 cuando pasó a llamarse el Ángela. No fue hasta 1975, bajo la propiedad de la compañía de panameña Janissios, cuando obtuvo su nombre definitivo y último, el Kimon M.

En diciembre de 1978, cargado con 4.500 toneladas de lentejas, abandonó el puerto turco de Iskenderun con destino Bombay. El 12 de diciembre chocó a gran velocidad con el arrecife de Abu Nuhas, norte del Mar Rojo. Ante el desastre, un carguero cercano socorrió a toda la tripulación, dejándola en Suez dos días después.
El choque fue tan fuerte que el barco subió por encima del arrecife (aún hoy puede verse un enorme cráter que deja constancia del accidente) y así se mantuvo varios días que permitieron recuperar parte de la carga. Las corrientes y el viento fueron ladeando poco a poco al Kimon M hasta que rodó sobre su costado de estribor y acabó hundiéndose hasta el fondo del arrecife, a 32 metros de profundidad.
El buceo en el Kimon M
El pecio se encuentra hoy en el lado de estribor a un mínimo de 10 metros y un máximo de 32. El buque, por delante de la superestructura no es más que un montón de chatarra pero se mantiene el castillo de proa. Toda la zona está llena de hierros retorcidos y escombros. Esta parte del pecio suele recibir la visita de bancos de preciosos peces murciélago. A lo largo del casco encontramos corales duros y gorgonias, grupos de antias, doradas, peces ángel, peces león, fusileros, cabrillas y enormes bancos de peces cristal que ocupan los huecos del pecio.
Desde la base de la popa los restos están prácticamente completos. Se puede acceder al pecio a través del agujero realizado por el equipo que trabajó para recuperar la carga y accesorios. Esto proporciona acceso directo al compartimiento de ingeniería. Gran parte de los equipos han sido retirados lo que proporciona un fácil buceo a través de esta zona y permite acceder la bodega n º 2.
En la zona de popa podemos acceder a sala de máquinas que aún contiene tubería, medidores, y numerosas válvulas. Saliendo de la sala de máquinas y siguiendo el casco de la nave de popa a la proa, a 30 metros de profundidad, vemos la enorme hélice y el timón, el perfecto estado. Muy cerca de la popa , podemos bucear por la cubierta principal, que hoy se encuentra en posición vertical. Continuando hacia delante desde popa accedemos al puente y los camarotes.
Dependiendo de las corrientes puede ser peligroso entrar en el pecio ya que está en constante peligro de derrumbe en algunas zonas, aún así es muy interesante visitar este naufragio por su enorme tamaño y estado de conservación.