
El Lara era un carguero chipriota de casi 5.000 toneladas botado en 1956 por la KIELER Howaldtswerke AG Alemania con el nombre de el Nopal. Tras varias ventas y cambios de nombre tomo su último nombre, el’ Lara ‘, en 1979. En diciembre de 1981 zarpó de Aqaba y a los pocos minutos naufragó, en el primer obstáculo que encontró, la cara norte de Jackson Reef, en el Estrecho de Tirán. Yendo a una alta velocidad subió por encima del arrecife en un choque inexplicable ya que contaba con muy poco combustible y eso que su viaje no había hecho más que empezar… todas las sospechas indican que el objetivo de este viaje era cobrar el seguro más que transportar ningún bien.
Durante muchos años el buque estuvo aposentado en la parte superior del arrecife con la popa flotando sobre el borde de Jackson Reef. La nave fue desmantelada paulatinamente cayendo finalmente parte de los restos al fondo del arrecife, quedando en la superficie nada más que un esqueleto oxidado.
Sin embargo, existe un interesante «campo de escombros» en la pendiente del arrecife y en el fondo, con sus restos extendidos por la ladera en profundidades más allá de los 45 metros… llegando hasta los 90. Muchos accesorios, tuberías, escotillas y puertas se encuentran repartidos por todo el fondo y el paso de los años les ha cubierto de una gran cantidad de corales.
A los 48 metros encontramos un mástil cubierto de enormes corales blandos y bajando hasta los 55 metros podemos ver la cubierta del bote salvavidas, cocina y talleres, por los que se puede bucear. El interior cuenta con muchas incrustaciones de corales blandos, pero a estas profundidades no hay gran cantidad de peces de arrecife. Ni que decir tiene que esta es una inmersión para buceadores técnicos, que tienen en este pecio una de las mejores oportunidades de buceo profundo del Mar Rojo.