
La isla de Flores, pequeña en tamaño comparado con sus vecinas del archipiélago de Azores, tiene mucho que ofrecer tanto en la superficie con bellos lagos y frondosos paisajes, como en el fondo marino, de cuevas, grietas y veriles que dan acceso a un azul de especies pelágicas.
Una de esas inmersiones que permiten ver el Atlántico lleno de vida es «Baixa do Amigo», a solo 200 metros de la costa y de fácil buceo que nos muestra el trasiego de bicudas, bonitos, jureles o atunes en numerosos grupos. Muy cerca de ésta se encuentra «Ponta da Caveira» donde además de esos peces migratorios podemos encontrar grutas y paredes formadas por las últimas erupciones. En esta inmersión no faltarán los peces ballesta grises tan comunes de Azores, fulas negras, fredis o congrios y entre las oquedades se asomarán morenas y antias.
Las inmersiones en Flores se caracterizan por grandes formaciones rocosas que dan acceso a grutas como la «Gruta do Galo», al noreste de la isla, con un fondo de arena donde destacan las rayas y grandes meros.

Una de las inmersiones imperdibles para los amantes de las cuevas que visitan Flores es «La Catedral», una gruta muy cercana a la costa y situada entre los 6 y los 30 metros de profundidad. Bellos arcos y un vivo fondo arenoso que nos da la posibilidad de ver coral negro o respetables meros en un precioso paisaje de contrastes y diferentes azules.