A pesar del pequeño tamaño de la Isla de Graciosa, sus atractivos para el buceador son muchos y no requiere trasladarse grandes distancias para encontrar buenas inmersiones. A lo largo de la isla podremos ver una gran variedad de vida típica del archipiélago de Azores con zonas tanto para los amantes de profundidades y corrientes como para aquellos que se están iniciando.
En «Baixa do Farol» encontramos una inmersión sencilla, con una profundidad máxima de 25 metros y al abrigo de corrientes. Diferentes especies de morenas, escuelas de peces ballesta grises, viejas o damiselas dan paso a grandes meros y pejeperros según tomamos profundidad e incluso podemos llegar a una zona con bellas ramificaciones de coral negro y adentranos en una pequeña gruta habitada por cigarras de mar. Cerca de allí, también al norte de la isla, nos encontramos una inmersión donde ver especies pelágicas: «Baixa do Ferreiro de Dentro». En esta inmersión de máximo 28 metros de profundidad contamos con varias plataformas a diferentes profundidades donde mirar al azul para ver bancos de bonitos, bicudas y carángidos. En verano es incluso posible ver pasar algunas mobulas.

La inmersión más conocida de Isla Graciosa es probablemente el pecio «Terceirense».Este buque de 40 metros de eslora se hundió en 1968 durante un trayecto entre islas y hoy descansa a 21 metros de profundidad. Podemos bucear a través de la popa, apreciar su hélice y adentrarnos en diferentes secciones del pecio que cuentan con mucha vida: meros, fulas, fredis, salemas, meros, abadejos y congrios han encontrado en el Terceirense un buen refugio.
Como en el resto de las islas de Azores, Graciosa cuenta también con grutas de interés. La «Gruta do Carapacho» es una pequeña gruta que destaca por sus bellos contraluces y efectos lumínicos pero que también cuenta con interesante fauna, sobre todo nudibranquios del género Hypselodoris, meros, morenas salemas y viejas.